Se plantearon docenas, probablemente cientos, de ideas para solucionar el problema de la rigidez frente a la absorción vertical y los resultados fueron de lo más variados, incluidos numerosos materiales que amortiguaban las vibraciones y sistemas de suspensión. A pesar de todos estos intentos, por muy nobles que fueran, las opciones no fueron lo suficientemente efectivas y eficaces a los ojos de los corredores más experimentados. Hasta el 2012. Hasta la llegada del IsoSpeed.El IsoSpeed supone un desafío al diseño tradicional de los cuadros. Desprovisto de los planteamientos convencionales para lograr más absorción vertical (como los sistemas de suspensión, los elastómeros o un amortiguador de vibraciones), el IsoSpeed mantiene la misma geometría del cuadro con forma de diamante, aunque ahora el tubo de sillín es independiente del tubo horizontal, permitiendo que el tubo de sillín flexe al ritmo de las fuerzas de la carretera. El resultado se traduce en una bicicleta que se mueve con la carretera, aunque manteniendo las mismas sensaciones y eficacia que el diseño tradicional.Este "desacoplamiento" se consigue de dos formas distintas según el modelo de bicicleta. Ambos métodos son igual de efectivos a la hora de proporcionar más absorción vertical.