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El laboratorio de pruebas de Trek Bicycle: probamos antes de que lo compres.

Bienvenido a la sala de destrucción

Si te encantan las bicis, alucinarás en nuestro laboratorio de pruebas, un lugar en la sede central de Trek al que llamamos, afectuosamente, la sala de destrucción. Por esta sala pasan todos los productos nuevos para enfrentarse a las exigencias del mundo real. Temperaturas frías, sal, suciedad, sudor, ciclistas corpulentos, potencia máxima, subidas empinadas, millones de pedaladas. También es donde tomamos bicicletas en perfecto estado y las sometemos a torsiones brutales y antinaturales hasta que quedan inservibles. Si esto te parece un despilfarro, debes entender que todo forma parte del proceso. Aprendemos mucho destruyendo las cosas que nos encantan. Detectamos los fallos aquí para que los productos funcionen a la perfección ahí fuera.

Ensamblar, romper, ensamblar, romper otra vez. No todos los fabricantes están dispuestos a seguir este proceso, pero para nosotros es imprescindible. Preferimos romper una bicicleta en Waterloo, a que a alguien se le rompa en cualquier otro lugar. Y, al final, lo que pasa en la sala de destrucción es lo que nos permite garantizar nuestras bicicletas con tranquilidad. Además, sienta bastante bien saber que lo que hacemos resistirá todo tipo de condiciones: buenas y malas.