Restauración y recuperación
Piensa globalmente, actúa a nivel local. Desde el comienzo, Trek ha sido consciente de la importancia de adoptar medidas para proteger nuestra tierra. Cuando Trek construyó 25 km de rutas de montaña justo delante de nuestras instalaciones de Waterloo, la empresa estableció como prioridad principal volver a convertir las praderas que rodeaban las rutas en un bosque de robles autóctonos. En colaboración con la Fundación Aldo Leopold, Trek plantó diez mil robles y semillas autóctonas en lo que supuso un gran esfuerzo por devolver la tierra a su estado original. Cada año, los encargados de las rutas realizan una quema controlada del terreno para eliminar la flora no autóctona. Esta práctica de restauración ha tenido un efecto impresionante en la pradera de Waterloo. Los esfuerzos de Trek no sólo han mejorado radicalmente el estado de la tierra sino que este proceso ha creado un paraíso bucólico para cualquier ciclista o amante de la naturaleza.